martes, 14 de diciembre de 2021

30 años después

Escribí este post en ADN Rojiblanco 


30 años después


Tengo un buen amigo irlandés, Johnny, que es muy aficionado del Manchester United. Según me contó, cuando era más joven, cada cierto tiempo viajaba con su hermano de Dublín a Manchester para ir a Old Trafford. Siempre me decía que el Teatro de los Sueños era espectacular y que la afición inglesa animaba sin parar de forma apasionada. Posteriormente, aunque hace ya unos cuantos años, estuvo en Madrid y fuimos al Vicente Calderón, ojo, como dicen algunos, en la época de plomo; a ver un partido contra Osasuna. Ganó nuestro Atleti, con el apoyo incondicional, necesario e incansable de la afición, y mi amigo salió encantado. Creo recordar que comentó que el Atleti, por estadio y afición, debía ser un equipo de Champions. Por supuesto, su equipo en España sería siempre el Atleti. 

Finalmente, muchos años después, Atleti y Manchester United se verán las caras en la Champions. 

Como a los aficionados veteranos, la nueva eliminatoria nos retrotrae 30 años, más de media vida, a otro choque entre el Atleti y el equipo inglés en la vieja Recopa, la Copa de Europa de campeones de Copa. Qué noche la de aquel día. Cierto es que el United ya era dirigido por Alex Ferguson, su "Cholo Simeone", y aunque no había alcanzado el punto culminante al que llegó unos años después, ya era temible. 

Pero nuestro Atleti no se amilanó. Escribo de memoria, pero, si no recuerdo mal, Luis Aragonés superó con su pizarra a Ferguson, Schuster se comió a Brian Robson, y el vendaval de Futre (que hizo un partidazo), Manolo y compañía desbordó a Mark Hughes, Gary Pallister, McClair y demás tropa británica. El 3-0 final no lo habría firmado antes del partido ni el más optimista del Paseo de Pontones, del Puente de Toledo o de la avenida de General Ricardos. 

En el partido de vuelta, el Manchester tuvo un arranque fuerte, y se adelantó en el marcador. Sembraron algo de inquietud con  la fortaleza física de algunos de sus jugadores, pero la pizarra y la sabiduría de Luis, con un golazo de falta de Schuster, sentenciaron la eliminatoria. Empate a uno en el Teatro de los Sueños. 

Años después, entré en la tienda que el Manchester había abierto en Dublín, y entre los libros que vendían, había una biografía de Alex Ferguson. Recuerdo que a la eliminatoria contra el Atleti le dedicaba poco más que un párrafo. Siempre pienso que se aprende más de los palos y las derrotas que de los halagos y las victorias, así que es posible que Ferguson aprendiese alguna lección útil, para alcanzar la posterior racha victoriosa que llevó al Manchester United a ser el mejor equipo del mundo. Por cierto, el equipo del guitarrista Brian May que, con otros aficionados, se opuso a que Rupert Murdoch comprara el Manchester United. 

La eliminatoria está servida. Mejor el equipo inglés que el Bayern de Múnich, al que ya tenemos un poco visto. Si la máquina del tiempo existiese, traería a Luis, Schuster, Futre y compañía, pero también creo que Simeone, Griezmann, Joao Félix y nuestros actuales jugadores pueden hacer frente al Manchester United de Cristiano Ronaldo, que vuelve al Metropolitano tras el rocambolesco sorteo de la UEFA. Pero no será nada fácil. Bueno, como siempre, para el Atleti nada es fácil. 

domingo, 5 de diciembre de 2021

Para Simeone, al menos pido respeto, se lo merece

He escrito esta entrada en ADN Rojiblanco

 
Para Simeone, al menos pido respeto, se lo merece. 
Tengo un cuñado, muy barcelonista, que en más de una ocasión, me ha comentado la capacidad del Madrid para resistir a las crisis. En su opinión, el equipo merengue es el que menos se descompone cuando llegan los malos momentos que, como dijo Fernando Torres, siempre acaban llegando.  
La llegada del Cholo Simeone al Atlético de Madrid, de la que se van a cumplir diez años, periodo de tiempo verdaderamente inédito, tuvo un efecto directo en los resultados y los títulos. Los que tenemos 50 años o menos, no hemos sido testigos de nada similar en nuestro Atleti. Pero, además, Simeone, gracias a los resultados y a la manera de dirigir la comunicación y el sentir de la gran mayoría de aficionados, ha logrado una calma totalmente inédita. El Atleti ha sido estos años una balsa de aceite, haciendo olvidar esas penosas descomposiciones, con temporadas en las que se veían tres, cuatro, cinco y hasta seis entrenadores, y tristes noches  de escándalos. 
La renovada ofensiva contra Simeone es verdaderamente peligrosa, especialmente cuando llega desde colectivos supuestamente colchoneros. Si cae el Cholo, el efecto de una supuesta mejora deportiva del actual campeón de liga es cuanto menos dudoso. Si cae, el mayor riesgo no es el deportivo a corto plazo, sino que se acabaría con el mayor periodo de paz, tranquilidad y sosiego del último medio siglo. Se entraría en una vorágine de imprevisibles consecuencias.
Los que sois más jóvenes no podéis recordarlo por una cuestión de edad, pero en el Atleti, el comportamiento de distintos grupos de aficionados ha sido muy similar al de equipos como el Valencia o el Zaragoza, donde la presión de la propia afición contra entrenadores y jugadores de sus propios clubes, terminó hundiendo a sus equipos, que han acabado con unas crisis gravísimas de muy compleja resolución. “Jugadores mercenarios, esa camiseta no la merecéis, Aguirre o Abel o Manzano o Ferrando vete ya….”, eran unos cánticos bastante habituales, de verdad, como en el estadio del Valencia o Zaragoza.  
Y hay ejemplos de injustas críticas y poco reconomicmiento a gente muy colchonera. En las últimas semanas se ha homenajeado con mucho merecimiento a Luis Aragonés. Pues bien, recuerdo perfectamente como a mediados de la temporada 1992-1993, tras haber ganado la copa y casi la liga en la temporada anterior, y tras haber iniciado esa nueva temporada con muy buenos resultados, una mala racha llevó a esa parte de la afición a cargar contra Luis Aragonés. ¿Y qué pasó finalmente? Que Luis Aragonés fue despedido, y la temporada terminó mucho peor que cuando estaba el míster de Hortaleza al frente del equipo, y, por supuesto, lastró al equipo las dos temporadas siguientes, que fueron una calamidad. Por cierto, esos puristas aficionados tampoco ayudaron a Luis Aragonés al terminar la primera temporada en primera, tras lograr el ascenso, y Zapatones se marchó a hacer grandes a otros equipos.  Espero que a Simeone no le hagan lo mismo.
Podría recordar también el caso de Arrigo Sacchi, uno de los inventores del fútbol moderno, que casi nada más llegar al Atleti, y con un equipo en construcción de dudosa calidad, fue increpado por parte de la afición, y acabó siendo despedido. No recuerdo bien si llegó a comerse el turrón, pero si puedo decir que el resto de aquella temporada fue una castaña, y se fue sembrando el posterior descenso a segunda división. 
Con Simeone, ya han empezado algunos en el estadio con los pitos, acompañados de los ataques en las redes sociales. Algunos con insultos gruesos, muy gruesos. Es muy triste que el Cholo, figura clave en la historia del Atleti, con un récord histórico en número de victorias, reciba esos ataques.  
Es obvio que, tras el partido de ayer, todos salimos enfadados. Yo, como todos, igualmente enojado. Hubo errores, especialmente al final, y el Atleti dejó escapar un partido en casa, en el que empezó ganando.  
Pero, nunca hay que olvidar que el fútbol es caprichoso. El Madrid salvó la victoria el otro día contra el Sevilla en un remate a bocajarro al final, y ayer el Atleti, es una jugada similar, encajó. Es un juego, así son las cosas. En Champions, con el Atleti acorralando al Liverpool en casa, llegó la dudosa expulsión de Griezmann, y lo que apuntaba a victoria grande, acabó con derrota de penalti con un jugador menos. Allí se torció la Champions. Vuelvo a decir, es un juego. 
A estas alturas, la temporada no va nada bien. Hay bastante desencanto, del que yo soy partícipe, creo que como todos. Muchos pensábamos que podríamos disputar la liga, pero con la pérdida de puntos contra Levante o Valencia, con partidos que parecían ganados, o la dura derrota contra el Mallorca, nuestro Atleti no ha podido mantener la trayectoria ganadora. La mala suerte, los errores propios o las decisiones arbitrales han terminado de hacer embarrancar a un equipo que también ha tenido partidos de buen juego, aunque no suficiente. 
En cualquier caso, la temporada no ha terminado. En la liga no se ha llegado al ecuador, y habrá que seguir luchando y llegar hasta donde se pueda. Entrar entre los cuatro primeros es muy importante y, no es fácil. Al menos, hasta esta jornada, se ve que hay más de cuatro equipos aspirantes. Es ahí cuando la afición debe dar la cara, y ayudar a sostener al equipo, no a hundirlo.
Además, pensar que, si se echa a Simeone, con el altísimo coste económico y de liderazgo que tendría, el equipo iba a mejorar e iba a asegurar la Champions sin esfuerzo, es de una fantasía infantil tal, de no haber visto fútbol apenas.  
Recurro a un ejemplo claro en el mundo del fútbol de larga vida al frente de un equipo: Sir Alex Ferguson. ¡¡¡Qué demonios, ni que las 27 temporadas de Alex Ferguson en el Manchester United hubieran sido todas buenas y plagadas de títulos!!! El entrenador escocés tuvo crédito hasta el final, tanto cuando ganaba la liga como cuando la temporada era irregular. Sus responsables sabían que no había un sustituto claro. Lo mismo creo que sucede en el Atleti. Ahora mismo, no hay sucesor para Simeone quién, por cierto, insisto en que todavía es el entrenador del equipo campeón. Si no hay crédito para el Cholo, no habría crédito para nadie, ni para un Klopp, ni para un Tuchel, ni para un Guardiola (no vendría ninguno ni de coña). Como he dicho antes, no lo hubo ni para Luis Aragonés ni para Arrigo Sacchi, entre otros.  
Vuelvo al principio. Cuando un equipo pasa una mala racha, lo más importante es la tranquilidad, porque a veces no es fácil salir de ella. Hay nervios, estado de ánimo bajo y tensiones, sobre todo cuando se ha empezado la temporada con unas expectativas altas. Pero lo más importante, aguantar la crisis y huir de la descomposición. Los pitos, para el equipo contrario.  
Para Simeone, al menos pido respeto, se lo merece.

sábado, 4 de septiembre de 2021

Los Rolling Stones en el Vicente Calderón

 Post escrito en ADN Rojiblanco 

Cuando el pasado domingo entré en el Metropolitano, por los altavoces sonaba Born to Run, de Bruce Springsteen, bonita canción, con un título que refleja bien a nuestro Atleti. 

Unos minutos después, entre otras canciones, me pareció escuchar Honky Tonk Woman, de los Rolling Stones. Estaba en plena conversación y no presté mucha atención, pero, sin duda, fue buena elección, especialmente, tras el fallecimiento, unos días antes de Charlie Watts. 

Watts no fue un extremo que haya corrido por la banda del Calderón, ni centrocampista box to box, ni delantero centro, pero su toque de batería sí se escuchó en el viejo estadio del Manzanares, en los grandes conciertos de los Rolling Stones, contribuyendo al delirio rockero de sus satánicas majestades. 

No recuerdo bien si Jagger, Richards, Watts y compañía han tocado tres o cuatro veces en el Calderón. La primera fue a principios de los 80, seguro que algún adenista estuvo en aquel legendario concierto, bajo un diluvio en Madrid. Yo no fui, porque tenía menos de 10 años. En los 90 volvieron y me hubiera gustado ir, pero no tenía un duro.  Tuve que esperar. 

Definitivamente, fui al concierto de los Rolling Stones en el Vicente Calderón en 2007 con uno de mis mejores amigos. Entonces ya tenía unos años, pero la música fui insuperable, y rejuvenecimos desde el primer instante con Start me up. Creo que el momento estelar llegó con la separación de una parte del escenario, que empezó a desplazarse hacia el centro del campo, con Jagger, Richards, Watts y Ronnie Wood, al ritmo provocador de Miss you, si la memoria no me falla. 

No fue con Futre, Ayala, Gárate, Simeone, Forlán o Fernando Torres, pero el Vicente Calderón vibró aquella noche como en las grandes citas. Charlie Watts sacudió el Manzanares con su batería. Desgraciadamente no podrá hacer lo mismo en el Metropolitano, pero lo bueno de la música es que permanece, y más con los Rolling, sospechosos habituales en el Paseo de los Melancólicos.


domingo, 20 de junio de 2021

Homenajes a los grandes del Atleti

 El viernes escribí en ADN Rojiblanco. 


Hay unos eventos en nuestro Atleti que, con la década del Cholo Simeone, han vuelto a ser como los que se vivían en los viejos tiempos: las despedidas y homenajes a los grandes jugadores. 

En los años 40, 50, 60 y 70, en el Atleti se hacían partidos homenaje a los grandes jugadores: Aparicio, Germán, Campos, Juncosa, Escudero, Rivilla, Calleja, Griffa, Collar, Ufarte, Gárate, Adelardo, Luis Aragonés o el recientemente fallecido Capón, entre otros. 

Pero los homenajes y despedidas se fueron perdiendo con el tiempo. La memoria se me borra, pero creo que súper figuras como Arteche, Quique Ramos, Futre, Manolo, Abel Resino, Caminero o Kiko Narváez, entre otros, podrían haber tenido despedidas más bonitas y sentidas, como deberían haber merecido. 

En los años previos a la llegada de Simeone hubo despedidas sentidas, pero minoritarias, a jugadores como Maxi, Simao o Diego Forlán. 

Sin embargo, en estos últimos años, en nuestro Atleti se han podido hacer homenajes emocionantes a un buen puñado de inolvidables jugadores, Fernando Torres, Godín, Gabi, Filipe Luis, Tiago o Juanfran. No tanto como partidos de homenaje como antaño, porque, con tanto fútbol, ahora no es tan fácil reunir al público en el estadio, pero sí con bonitos actos tras la conclusión de partidos oficiales, con el estadio lleno. 

Personalmente, creo que el pasillo de aplausos de los empleados del Atleti a Juanfran fue tan sencilla como bonita y emocionante. 

Por supuesto, el adiós al Vicente Calderón, es uno de los días más importantes en mi larga vida colchonera, pero, para hablar de ese día, necesitaría muchos folios llenos de palabras. 

Es bastante obvio que la realización de homenajes está siempre en línea con el éxito del equipo. Desconozco el futuro, pero, de la plantilla actual, unos cuantos jugadores ya se han hecho merecedores de un gran homenaje, One Club Man Koke, Saul, Oblak Balón de Oro, Ángel Correa, Giménez o Artechito Savic, entre otros. De todas maneras, ojalá les queden unos cuantos años más en nuestro Atleti para que sus respectivos homenajes puedan ser incluso mayores. 

De Simeone voy a decir poco en este caso porque, al margen de que le quedan muchos muchos años (es mi deseo, porque me cuesta imaginar un Atleti sin él), si me permitís una broma, casi habría que cambiar el nombre del equipo en su honor. Bueno, no tanto, pero el nombre del estadio, seguro que sí.


martes, 1 de junio de 2021

En defensa de Joao Félix

 Ayer escribí en ADN Rojiblanco. 


En defensa de Joao Félix 


Recuerdo hace ya unos años, cuando Messi salió lesionado en un partido en el Vicente Calderón, tras una fuerte entrada de Ujfalusi, si no recuerdo mal. Creo que fue todo bastante desmesurado porque, a pesar de la dureza, castigada con una clara tarjeta roja a Ujfalusi, Messi volvió a jugar pocos días después, de lo cual me congratulé entonces. Unos días antes, Agüero había saludo lesionado en San Mamés tras un entradón, estuvo fuera del equipo unos cuantos días, y aquello se consideró un lance del juego. 


Polémicas muy lejanas ya en el tiempo, lo que quedó claro entonces es que el Barcelona y todo su entorno salieron a defender a su jugador franquicia con rotundidad. A lo largo de estos años, pocas entradas duras ha recibido Messi, y cuando así ha sido, han sido castigadas, probablemente la mayoría de forma justa. Y todo gracias, en gran medida, a esa defensa de su equipo y sus aficionados. 


Así es como yo entiendo que el Atleti y todo su entorno, es decir, todos nosotros, deben defender a Joao Félix cada vez que recibe una entrada, que son muchas, habituales y muy duras. 


Joao es ya uno de los mejores jugadores del mundo. Sin haber terminado de brillar al máximo, creo que a causa de las lesiones, ha tenido pasajes importantes, e incluso decisivos para que nuestro Atleti ganase la liga. Hay unos cuantos, pero simplemente, como ejemplo reciente, logra derribar la defensa de Osasuna a pocos minutos para el final con un pase de ensueño a Lodi. Sin esa intervención, el Atleti no habría remontado y, por tanto, no habría ganado la liga. 


No tengo la menor duda de que Joao ha hecho ya más en el fútbol español que Dembele (el del Barcelona), Coutinho y Hazard, juntos. Y cito estos ejemplos porque son jugadores que han costado lo mismo o más, aunque en cada artículo sobre ellos no se recuerde el precio, como sí sucede con Joao. Las especulaciones sobre un intercambio con Griezmann suenan a chiste de Esteso y Pajares. 


Pero insisto, hay que defenderle mucho más. Cada vez que reciba una entrada hay que salir a defenderle, y a denunciar esa entrada. Pongo el ejemplo de la lesión contra el Betis, a causa de una dura entrada del defensa, que supuestamente dio primero al balón. Sí, primero al balón y con la otra pierna, con gran dureza, al tobillo, ya castigado, de la estrella portuguesa. Y digo castigado porque no hay partido en que no sufra la agresividad, casi siempre más allá de los límites del reglamento, de los defensas contrarios. Insisto, si no ha brillado más, es por culpa de las lesiones. 


Tenemos una joya, y como tal, debemos protegerla.


domingo, 23 de mayo de 2021

La liga del sofá y de la máquina del sufrimiento

He escrito este post en ADN Rojiblanco 


La liga del sofá y de la máquina del sufrimiento


Dicen los entendidos que el mejor partido de tenis de la historia fue la final de Wimbledon de 2008, entre Federer y Rafa Nadal. No soy un gran aficionado al deporte de la raqueta, pero recuerdo aquel partido. Nadal empezó ganando los dos primeros sets pero, cuando parecía que iba a ganar con claridad, Federer reaccionó y ganó los dos siguientes sets, poniendo contra las cuerdas al campeón español. Durante un rato, dio la impresión de que Federer iba a ganar, en parte por una posible desmoralización de Nadal, pero no fue así. Nadal se sobrepuso y, de nuevo, fue capaz de enderezar el partido y ganar el prestigioso torneo británico, plaza difícil para los tenistas españoles.


Diría que esta liga ha sido similar. La liga del sofá, en la que la mejor afición del mundo no pudo ir al estadio, salvo los héroes del parking.


Se ha visto de todo. Tras unas pequeñas dudas iniciales, con los empates con Villarreal y Huesca, nuestro Atleti protagonizó una primera vuelta histórica. 50 puntos, inolvidable. Madrid, Barcelona y Sevilla no pudieron resistir. Incluso, con partidos aplazados por haber iniciado el torneo más tarde, el equipo del Cholo Simeone era capaz de alcanzar una ventaja de 10 o 12 puntos. 


Siendo sincero, fui de los que pensé que el Atleti podía ganar fácil. No con tanta ventaja, porque algún bache tenía que llegar, pero veía fuerte al equipo. Suárez, Joao, Llorente, Koke, Correa, Lemar, Trippier, Oblak... eran una sinfonía. Nada más lejos de la realidad posterior. 


Sin jugar mal, incluso bien, apareció la irregularidad en los resultados. Celta, Getafe, el doble enfrentamiento contra el Levante, Real Madrid... todos quitaron puntos al Atleti, a pesar de disparar a la portería contraria sin parar. El fallo, a portería vacía, de  Ángel Correa en el campo del Levante nos quitó una semana de vida a cada uno. Aún así, ha sido la liga de Angelito. 


Creo también, honestamente, que el brote de Covid, tuvo un impacto muy negativo. Y es que, de golpe, el Atleti perdió a un montón de jugadores, que se unían a otras lesiones y sanciones, como la impuesta, de forma ridícula, por la Federación Inglesa a Tripi. 


Precisamente, esa crisis coincidió con la eliminatoria de Champions contra el Chelsea. Perdimos, es indudable, contra un equipo que puede ser campeón, pero también creo que, si el Atleti llega a mantener a cero la portería en el partido de ida en Bucarest, la eliminatoria podría haber sido diferente. Pero, ya todo es historia ficción.


El caso es que, al mismo tiempo que el Atleti perdía fuelle, Madrid, Barcelona y Sevilla protagonizaron una trayectoria de victorias con la que se acercaban a un Atleti que parecía exhausto. La derrota en el Sánchez Pizjuan y el empate en el Benito Villamarín dejaron al Atleti a merced de los rivales.

 

El Barcelona llegó a tener el liderato en sus manos. De hecho, si ganaba al Granada en el Nou Camp, en un partido aplazado, nos superaba en la clasificación. Creí que la liga estaba perdida. Por razones personales, aquella tarde tuve el móvil apagado pero, al encenderlo pasadas las 10 de la noche, recibí una auténtica avalancha de mensajes de WhatsApp: el Barcelona había perdido en casa contra el Granada. Y compartí con todos la canción de Miguel Ríos, "Vuelvo a Granada". 


El caso es que, de tener casi perdida la liga, pasábamos a seguir siendo líderes, con la contrapartida de que había que encender, de nuevo, la máquina del sufrimiento. Algunos ya tenemos una edad. 


El final de liga ha sido no apto para cardíacos. Los penaltis en los últimos minutos contra Alavés, parado por Oblak, y Elche, que fue al poste, fueron dramáticos. Esta ha sido la liga del sofá, pero era casi imposible estar sentado. 


Reconozco que el partido del Nou Camp apenas pude verlo. No soy el único. Algunos amigos, ya de una edad que empieza a ser avanzada, también se fueron de paseo (uno de mis amigos me ha dicho que ya no aguanta ver el fútbol). Pero, con el empate en Barcelona, y el empate del Madrid y el Sevilla, salíamos vivos, con el liderato en manos de nuestro Atleti. Tengo claro que si el Madrid hubiera atrapado el liderato, ya no lo habría soltado. 


Claro que, al mismo tiempo, la máquina de sufrimiento volvía a acelerarse, hasta alcanzar la potencia máxima. No pude resistir la tentación, y volví a encender la televisión para ver al Atleti. Real Sociedad, gran partido, pero con un 2-1 en los últimos minutos; Osasuna, idéntico resultado, y con remontada en los últimos 10 minutos. La reserva de tila se acabó. 


Y llegó la última jornada. Pensé que, tras el sufrimiento de los últimos partidos, por una cuestión estadística, el Atleti podría ganar con facilidad a un Valladolid, a las puertas del descenso. Iluso de mí, aficionado durante décadas, en qué estaría pensando. Otra vez a remontar. Al menos, esta vez, no esperaron hasta el último minuto. Luis Suárez y Angelito, con un golazo inolvidable, dieron la victoria a nuestro Atleti. 


Alirón y campeones siete años después. 11 ligas en las vitrinas del Metropolitano. No está mal, en la anterior ocasión tuvimos que esperar 18 años, y en la previa, 19 años.

 

El triunfo convierte a Simeone, con los números encima de la mesa, en la figura más importante de la historia del Atleti, un poco por encima de Luis Aragonés (aunque hay opiniones para todos los gustos). Tres ligas, una como jugador y dos como entrenador, con una trayectoria de 10 años. Inigualable en nuestro equipo. Y coincidiendo en el tiempo con el Madrid de Florentino y Cristiano, y el Barcelona de Messi. Es prácticamente el Alex Fergusson del Atleti. Ojalá siga muchos años más, no me imagino al Atleti sin Simeone. Veremos. 


Y me alegro, especialmente, por jugadores como Koke y Saul, injustamente criticados, cuando son figuras Top de este centenario equipo. Koke, dos títulos. Y me alegro por Ángel Correa, que es ADN Rojiblanco puro, y Lemar (un campeón del mundo), denostados de forma incomprensible. 


Y corona a Oblak, el mejor portero del mundo y mejor de nuestra historia con cinco trofeos Zamora (recuerdo que Ricardo Zamora fue también un gran entrenador en la época del Atlético de Aviación, el primer campeón), como campeón de liga. Creo que es el momento de que todos apoyemos la petición del balón de oro para Oblak, no dejaré de insistir. 

De Luis Suárez hay poco que decir. Bueno sí, que vino con el cuchillo entre los dientes tras salir del Barcelona de una patada en el... Una situación similar a la de Llorente, al que añoran en Valdebebas. Con respecto a Joao Félix, es nuestra estrella, hay que defenderle.


Y, por supuesto, me alegro por toda la afición, por todos vosotros, especialmente por los que habéis perdido a algún familiar insustituible en esta horrible pandemia. Seguro que ayer habrían disfrutado como en las grandes ocasiones. 


Además, el hecho de no haber podido ir al estadio nos ha impedido ver en directo a nuestro Atleti y, al mismo tiempo, no poder ver a las personas con las que habitualmente vamos al campo y echamos mucho de menos. En mi caso, echo de menos a mi primo con el que llevo décadas acudiendo al fútbol, y ahora nos tenemos que limitar a reventar el WhatsApp durante los partidos. Seguro que a todos os sucede lo mismo.  Ojalá podamos volver pronto al Metropolitano. 


El otro día, Tomás Reñones pronunció una frase que deja huella: la afición del Atlético de Madrid es el Atlético de Madrid. Una frase que queda a la altura de la que pronunció su compañero Juan Carlos Arteche hace muchos años: "siempre defenderé al Atlético de Madrid". Este es nuestro equipo.


lunes, 19 de abril de 2021

Hay que estar en la Superliga. Pido una reflexión a todos

He escrito este texto en ADN Rojiblanco 


Si hay Superliga, el Atleti debe luchar por estar en ella. Y creo que, si el proyecto va hacia delante, los aficionados colchoneros debemos respaldar a nuestro Atleti. Nunca pensé que se pudiera materializar, pero los acontecimientos han demostrado que el proyecto estaba trabajado. 


Entiendo que a la gente no le guste, porque el Madrid está encabezando el tema, pero si el mundo del fútbol cambia, hay que estar. Y creo que es una suerte estar. Hace diez años, si se hubiera dado esta situación, no habríamos entrado ni por asomo, y habríamos caído en un peligroso ostracismo. Pienso que hubiera sido más doloroso. El éxito de Simeone nos ha proporcionado esta oportunidad. 


El Atleti lleva diez años en la élite europea, es un hecho objetivo, pero para estar ahí, ha tenido que lograr un crecimiento económico sin precedentes, hasta alcanzar un volumen enorme. Que el fútbol es una cuestión empresarial es una obviedad, pero no de ahora, de hace mucho tiempo. De siempre, al menos desde el lejano equipo de los caballeros de los años 20 del siglo pasado, con Luis y Alfonso Olaso, Pololo y Monchín Triana.


Un ejemplo al azar, cuando el Atleti fichó a Agüero y Forlán, o Raúl García, jugador muy querido por todos; vinieron porque se pagó por ellos. Más lejos en el tiempo, Simeone, Kiko, Caminero, Pantic, Vieri, Juninho... el Atleti pagó por ellos mucho dinero. Es decir, ya era entonces una empresa. Y antes, cuando aún era un club, se articulaban las operaciones como una empresa: Pereira, Leivinha, Dirceu, Futre...


Con respecto a la actualidad,  entre la Champions, que todos seguimos, y la Superliga tampoco hay un cambio en exceso; con algo muy favorable y esencial para el Atleti: con la plaza asegurada de una liga cerrada, se protegen las cuentas. Añado, y lo he dicho en el pasado en unas cuantas ocasiones, estamos en la peor crisis económica en un siglo, prácticamente, y el mundo del fútbol, incluido nuestro Atleti, ese que nos gusta ver cada domingo, tiene su viabilidad en peligro.  


El equipo ha hecho un esfuerzo continuado en la última década, con nuestra ayuda, por supuesto, la de todos (abonados, socios y resto de la afición, por supuesto), con la construcción de un estadio fantástico, que ahora echamos de menos. Los recursos son esenciales para seguir, que luego a todos les gusta hablar de fichajes.


Con la crisis, con el estadio vacío y hundidos los ingresos por patrocinios y otras actividades, es normal que los equipos se hayan buscado la vida. Los costes, básicamente fichajes con pagos aplazados, fichas y sueldos, siguen prácticamente igual. Es una ruina. El Atleti ha dejado de ingresar, 100, 150, 200 millones de euros... no sé la cifra exacta, pero un montón. 


Y al mismo tiempo, con unos costes brutales, por ejemplo, en el préstamo de jugadores a las selecciones. Cuestión clara, pero de difícil respuesta. ¿Cuánto le ha costado al Atlético de Madrid los positivos por Covid de Luis Suárez y Torreira con Uruguay o la reciente lesión de Joao Félix con Portugal? No sé la respuesta, pero sus ausencias, a lo mejor nos terminan castigando para ganar la liga. Eso nos fastidia a todos los aficionados. 


Otro coste añadido por gentileza de la organización. ¿Cuánto costó simplemente el traslado para jugar el  partido de casa de Champions en Rumanía contra el Chelsea? Avión, estancia, el estadio, sus luces y demás. No lo sé, pero lo que sea, directo a los costes. Los que seáis empresarios lo sabéis bien. Por cierto, recargados por las incomprensibles e injustas multas al equipo, al entrenador o a jugadores como Savic. ¿Cuánto le cuesta al Atleti no poder contar con uno de sus capitanes cuatro partidos en la próxima Champions por el capricho de estos señores? 


Otra crítica que he leído es que se va con el Madrid. No seamos pardillos. Si hay que buscar soluciones económicas y deportivas decisivas para el presente y futuro, tendrás que ir con los que tienen problemas similares. No va a ir el Atleti con el Puerta Bonita o el Carabanchel. El Madrid, el Barcelona, el United... todos tienen los mismos problemas. Por fortuna para todos nosotros, hemos visto cómo el Atleti disputaba los grandes torneos a estos equipos en la última década. Somos de esa élite, y  con ella hay que estar.


Una maledicencia que corría esta tarde por los medios de comunicación y redes sociales. Dicen que el Madrid ha ayudado al Atleti. No lo sé. Pero aporto unas reflexiones. Si entidades financieras como JP Morgan están dispuestas a dar 250, 300 o 350 millones de euros al Atleti por participar, será porque los merece y porque los genera. Porque es seguido en televisión por sus aficionados o porque más de 60.000 personas van a su estadio cada fin de semana. 


Para los puristas que defienden la esencia de no sé qué. Se sigue por interés si hay equipos buenos. Por favor, que respondan, ¿es más interesante un Atleti-Chelsea o un Atleti-Alavés? Las audiencias televisivas están ahí. Las audiencias somos todos nosotros. 


Reflexión añadida. Al Real Madrid le interesa que esté el Atlético de Madrid. El derbi madrileño es uno de los partidos más importantes del mundo cada temporada. Eso es un valor intangible para ambos de su valor para atraer a los aficionados. Y tangible porque ayuda a negociar derechos televisivos, que es la fuente de ingresos principal de los equipos. 


De todas formas, hay que esperar a ver cómo se materializa todo. Puede ser un órdago de los equipos para forzar a negociar con la UEFA y obtener más dinero. Ojo, el dinero de los equipos, incluido el Atleti, que aporta estrellas como Luis Suárez, Joao, Carrasco, Llorente, Lemar, Koke... el Atleti hace un gran esfuerzo en traerlos y mantenerlos. Tiene que ser recompensado como se merece. 


Otro muy posible escenario es que se repita un escenario como en el baloncesto. Es decir, una Superliga en la que los participantes jueguen también las ligas nacionales. Para el Atleti es una situación fabulosa. Ingresos asegurados, que es esencial, y participando en ambos torneos; supongo que la Copa del Rey también. Algunos piden que el Atleti no participe. Me parece de una inocencia inmaculada. Si el Atleti declina participar, al minuto siguiente entra el Sevilla o el Athletic de Bilbao o el Valencia. No hace falta ni llamarles. 


Algunos aficionados dicen que no les importa que desaparezca el Atleti en cualquier caso, porque no les gusta la competición nueva que se plantea ahora. Del dicho al hecho hay un gran trecho. De verdad ¿no sería muy doloroso ver desaparecer a nuestro Atleti? Yo recuerdo el descenso a segunda división, y fue terrible. Habrá que intentar luchar en la nueva etapa, si verdaderamente se entra en ella


Pienso que a la mayoría de los que seguimos al Atleti por las redes sociales nos gusta y nos importa; y lo defendemos. Ahora, en este difícil momento, con una incertidumbre nunca vista en todos los órdenes, hay que respaldar a nuestro Atleti. Pido una reflexión profunda a todos. Nos encanta el Atleti, lo queremos, pensemos en el equipo. 

lunes, 22 de febrero de 2021

El Cordobés con Stillwater

Anoche estuve viendo en la televisión la película Casi Famosos, una aventura del rock & roll situada a principios de los años 70, con un grupo musical ficticio estadounidense llamado Stillwater. Unos aspirantes a convertirse en los nuevos Led Zeppelin. Conciertos, juergas, fans, y desmadres relatados por un muy joven reportero de la revista Rolling Stone.

En las últimas escenas de la película, el líder del grupo acude a casa del periodista, al que anteriormente ha perjudicado de forma grave al desmentir ante sus jefes en Rolling Stone todas las historias que prevé incluir en su artículo (de hecho, prácticamente le echan de la revista), por una cuestión de celos. El cantante entra en la habitación del reportero para tratar de buscar una reconciliación, como sucede finalmente, y, entre los distintos posters que tiene colgados en las paredes de su habitación, de cantantes y grupos musicales de la época, aparece un póster de El Cordobés. Sí, Manuel Benítez, el último califa del toreo.

Además de ser la mayor figura del mundo de los toros en los años 60 y 70, fue una auténtica figura nacional e internacional y, por su radical cambio frente a la tradicional imagen de la tauromaquia, se convirtió en un icono pop. Eso sí, sin el "toa toa toa, te necesito toa".

domingo, 13 de septiembre de 2020

Recuerdos que deleitan

Hoy he estado en el castillo de Jadraque. Con la sierra norte al fondo, una de las primeras vistas desde sus murallas es la vega del río Henares, cortando como un cuchillo el amarillo del corazón de la provincia de Guadalajara. 
Hay lugares que, por proximidad personal y afectiva, devuelven recuerdos al presente. Mis abuelos, que eran de la tierra, en algún momento me contaron que, de jóvenes, iban a las fiestas de Jadraque. Reconozco que, a partir de ahí, me he deleitado el resto del día pensando en ellos. 

domingo, 6 de septiembre de 2020

Los niños saben contar muy bien el tiempo

Los niños saben contar muy bien el tiempo. Les fascina ver los años que tienen, los que van a cumplir, los días de vacaciones, los meses que quedan para su cumpleaños... 

Mi hijo, que acaba de iniciar el nuevo curso, me dijo ayer de forma muy bien calculada que lleva ya ocho años en su colegio. Es cierto que el tiempo pasa, somos conscientes, pero no siempre nos paramos a analizarlo con detalle. Pero, tras sus palabras, me paré a pensar. Tres años de educación infantil y ahora que empieza quinto de primaria, efectivamente, octavo año en el colegio. El Ecuador de su vida colegial.

Esa maldita frase: "parece que fue ayer".